Vacas en el RING

Queridos amigos/as: Me horroriza el sólo hecho de pensar que este blog está siendo leído por cada vez más personas. Osea, la vida bizarra que me tocó barajar, está llegando a los oídos menos pensados.
Agradezco al nuevo grupo de muchachos de desarrollo que acompañan las vivencias de cada día… ésta historia va para “los Gladiolos” (ellos saben).
Dejando de lado el tinte amargo que me dejó Gamexane, años después (y de hecho fue muy reciente) viví una historia digna de transmitir los domingos al mediodía por Canal 13.

Algunos meses atrás, vino al país una gloriosa banda de Heavy Metal digna de ser vista en vivo.
Me fuí un rato antes de la facultad alegando que se me había encarnado la uña del dedo gordo y se me complicaba escribir (?) –un tal “Grau” me dio la idea-.
Me dirigí al Luna Park completamente feliz de la vida, el recital valía la pena. Y de hecho, estuvo buenísimo.!!! Lo único malo de todo esto era volverse un jueves desde Microcentro a las 12 de la noche. Tenía que caminar solita tooooda la calle Florida hasta llegar a la parada del colectivo y luego esperarlo!! Yo estaba toda vestida de negro y con tachas hasta en el trasero. Los cartoneros me miraban pasar…y yo me hacía la tarada…. Hasta que uno de ésos me grita:
“MAMITA!! CON ESE CULO, TE INVITO A CAGAR A CASA”
Durísimo… la cosa se venía poniendo negra. A la media cuadra, otro de esos me grita:
_¡¡corazón de arroz, la que me cuelga es para vos¡!
Duro…peor imposible. Ya me daba miedito. Y los negros cuando son muchos se creen vivos, entonces el último de la fila haciéndose el fino y delicado, me grita:
_Nena, ¿vas a tomarte el colectivo de Capital?
_ Si. (respondo mirando al piso)
_¿Porque no te llevas este paquetito a La Boca.?
No daba más! Me quedaban unas 10 cuadras y no paraban de salir guarangos de la vereda.
A lo que, en medio de mi desamparo, un fornido caballero (también metalero) se me acerca, me agarra del brazo y les grita:
_ ¿Alguno más se quiere hacer el vivo con la señorita? Vengan de a uno que los cago bien a trompadas.Le sonreí y agradecí semejante gesto. El flaco (bah, el musculoso)me acompañó a la parada de colectivos y de hecho, se tomaba el mismo ramal que yo.
El tipo era llamativo, lindo pibe. Todo trabado, pantalones militares, remera de “Hermética” y una linda sonrisa. Hablamos todo el camino de regreso acerca demúsica, ejercicio, gimnasios, blah…
Antes de bajar, me cuenta que es profesor de “gimnasia localizada” y que quería que yo fuera a las clases. Accedí gustosa y nos despedimos.


Días después, le caigo en el gimnasio… y era cierto, le daba clases de aerobics a un grupo de jubiladas de Pami. Yo tenía la misma o menos movilidad que las Viejas, me dolía todo y chivaba como negra en baile. Pero no iba a dejar de hacerme la diva tirando poses.
Terminada la clase y pasado el momento poco romantico de chamuyo con olor a transpiración y con el calzón injertado en el medio del trasero, quedamos en salir.
Nos vimos varias veces…no lo disfrutaba mucho, ya que siempre me advertía de los riesgos de pedirme pastas en un restaurant o bien, me remarcaba que le saque la grasa al pollo; Me dijo que yo tenía los brazos gorditos como los de Susana Gimenez y que necesitaría más flexiones…. Sugirío que mi trasero era algo prominente y que con bicicleta capaz lo reducía. ME HINCHÓ LITERALMENTE LOS OVARIOS CON MI MALDITO CUERPO! Me mandaba sms todo el tiempo preguntando… “comiste proteínas hoy?” “fuíste de cuerpo? (si, si, me preguntaba si había ido al baño a evacuar)” “hacés abdominales?... “te sigue colgando la grasita del abdomen?”
Un día me pudrí y le contesté:
_¿por qué no me dejás un poquito en paz y te comprás una vida?” Lo que decidamos hacer mi culo y yo es problema nuestro… y si tengo grasa acumulada es porque estoy reteniendo liquido y las ganas de mandarte a la mismísima mierda”
Creo que se indignó. Ofendidísimo me respondió que él sólo quería hacer de mí una diosa…. Ya que era un diamante en bruto. Y él se sentía obligado a mejorarme. Se hizo el dolido y se fué.
Por un tiempo dejó de molestarme. Pero un día, llevando a mi hijo a la plaza del barrio, veo un súper montaje de espectáculo callejero digno de ver. Era la version barrial de “Titanes en el Ring”.
En eso, se me acerca un tal “conde de metal” un huevón grandote de pelo largo y musculoso vestidito con calzas ajustadísimas (cual Julio Boca), una musculosa escotada de lycra que exponía sus vellos del pecho y un antifaz pedorrísimo (típico de cotillones de once) , me dice:

CONDE: Alexia, sos vos!?
ALEXIA: No… (por las dudas SIEMPRE digo que no…)-más aún en presencia de mi hijo-
CONDE: Si, vos saliste conmigo…porqué no me llamaste nunca más?
ALEXIA: Opa….flaco, no te conozco. No recuerdo haber salido con nadie que usara calzas entalladas y una franela en las bolas.
CONDE: Es el protector, nosotros hacemos “Catch” o lucha extrema. Me pueden lastimar ahí abajo…
ALEXIA: Ah…entiendo… (miro a mi hijo y le tapo los ojos para que no viera el desagradable bulto)
CONDE: Soy el profesor de gym, no te acordás de mi?
ALEXIA: Te hacía algo más masculino, no sabía que hacías horas extras como Super-héroe.
CONDE: Si querés, termino la pelea contra “La Momia” y vamos a dar una vuelta.
ALEXIA: Mirá… recién venimos del “trencito de la alegría” y Pikachu me ofreció lo mismo. Me cabe el Hombre Araña, ¿qué queres que te diga?. Además, amo comer la piel del pollo y soy feliz de tener un culo celulítico, papi….
Lo saludé con la manito haciéndome la “miss universo”mientras mi hijo asombrado me preguntaba si yo conocía también a Vicente Viloni y a “la masa” de 100% lucha…

Reflexión final: Platón decía que “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.”….
Sinceramente no me molesta tener un cuerpo desprolijo….. al contrario, creo que me quedo con una frase mucho más real a mi criterio: “La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma.” George Sand (1804-1876 Escritora francesa).
Después de todo, quien no te quiere tal cual sos, realmente no te quiere.